Empezamos 2021 con la esperanza de que fuera muy distinto al año anterior y, por fin, volviera la ansiada normalidad que tanto deseábamos todos. Pero, a pesar de que la situación comenzó a mejorar poco a poco, ese deseo no se ha podido cumplir por completo y seguimos inmersos en esta pandemia que todavía no nos abandona. Está claro que 2021 ha sido para muchos un año todavía complicado y lleno de incertidumbre, pero no perdamos esa esperanza en que todo esto pasará de una vez por todas, ojalá más pronto que tarde.
Sin embargo, una vez más y contra todo pronóstico, al hacer balance de este 2021 que está terminando, podemos decir que para la #FamiliaAllegro ha sido mucho mejor de lo que cabría esperar. Traíamos ya el impulso y la voluntad de adaptarnos a todas las situaciones y dificultades, la misma ilusión y energía de siempre – o incluso más dadas las circunstancias – y unas ganas inmensas de volver a hacer música juntos después de un año extraño y diferente. Y, fruto de ese esfuerzo y esas ganas, 2021 ha estado lleno de novedades y proyectos, podemos decir sin duda que ha sido uno de los años más activos de toda nuestra historia.
Es cierto que reunirnos y vernos con algo más de distancia, mascarillas y mucha precaución no es lo mismo, pero eso no nos ha impedido seguir disfrutando de momentos inolvidables juntos, continuar creciendo y construyendo nuestra orquesta, y trabajar incansablemente para sacar adelante nuestros proyectos, aprendiendo y mejorando siempre.
Los primeros meses del año fueron de ensayo intensivo y, por fin, a finales de febrero y principios de marzo pudimos volver a ofrecer a nuestro público dos conciertos en los que actuamos como orquesta completa pero también en los pequeños grupos de cámara que habían estado trabajando el trimestre anterior. ¡Qué felicidad pisar de nuevo los escenarios y recibir el calor de los aplausos del público! ¡Lo echábamos mucho de menos!
Tan pronto terminamos los primeros conciertos, ya estábamos en marcha otra vez con un 
fantástico proyecto nuevo, ambicioso y retador, fruto de la colaboración con el coro Maravillas, con quienes una vez más pudimos compartir el amor por la música. Con ellos montamos un precioso programa compuesto por las Vísperas del Confesor de Mozart, e Insanae et Vanae Curae y Te Deum de Haydn. Al mismo tiempo, seguimos trabajando en un proyecto propio, que incluía fragmentos de las sinfonías 5ª y 7ª de Beethoven entre otras obras. Como resultado de estos intensos meses de ensayos, en mayo y junio ofrecimos cinco conciertos en varias iglesias de Madrid y El Escorial, y en escenarios únicos como el auditorio al aire libre del Parque Calero. ¡Un fin de temporada memorable y cargado de actuaciones, digno de recordar!
Después de disfrutar de unas merecidas vacaciones de verano, regresamos en septiembre con fuerza renovada y programa nuevo. Con ese punto de “locura” que nos caracteriza y que nos impulsa a hacer cosas diferentes y originales, nos embarcamos en una auténtica aventura, muy distinta a todo lo que habíamos hecho hasta ahora. Siempre con la intención de aprender, de explorar músicas y opciones diferentes, y de ofrecer al público programas atractivos y novedosos. Así, preparamos el concierto “Muero porque no muero. Poemas de Santa Teresa de Jesús en fado”, en colaboración con Juan Santamaría, un cantante
hispano-luso que combina obras de grandes figuras de la literatura española con la música del fado, declarada patrimonio de la Humanidad. En concreto, era la primera vez que se presentaba este programa en formato sinfónico, orquestado especialmente para Allegro. Todo un reto, y todo un descubrimiento, que tras semanas de ensayo, pudimos tocar en varios conciertos de Navidad en Madrid, con un éxito enorme, en los que el público se sorprendió y emocionó a partes iguales con un repertorio tan inesperado. En estos conciertos, también disfrutamos de acompañar al coro Santa Eugenia en su debut, compartiendo unos preciosos villancicos tradicionales.
Pero el año no solo ha estado lleno de ensayos y conciertos, sino también de otras muchas actividades interesantes. Entre ellas, realizar una grabación en un estudio profesional, ¡toda una experiencia! Y, como no, nuestros esperados y divertidos encuentros de fin de semana, que este año disfrutamos por partida doble. Preciosos e inolvidables momentos de convivencia y trabajo intensivo en los que nos hacemos aún más familia.
Así que, después de todo, solo podemos despedir 2021 con un GRACIAS inmenso por todo lo que nos ha dejado. Gracias a Alberto, nuestro director, por su trabajo, su compromiso, su paciencia, y la alegría y el cariño que pone en todos los proyectos. Gracias a nuestros músicos por su entrega incondicional, por su entusiasmo a pesar de las limitaciones y su esfuerzo para sacar adelante hasta los planes más aventurados. Entre todos existe una energía y una conexión especial que consigue que la magia de la música nos una cada día con más fuerza. Gracias al público que nos sigue y nos llena de calor con sus aplausos en cada actuación. Gracias a nuestras familias, que tanto apoyan nuestro trabajo y nos facilitan seguir aprendiendo, a pesar de las horas que les robamos para dedicarlas a la orquesta. Gracias a los colaboradores que se unen a nosotros en los conciertos para compartir nuestra pasión común.
Queremos desearos un año nuevo verdaderamente feliz y que, por fin, podamos volver a reunirnos y a abrazarnos sin restricciones ni distancia. Que podamos compartir en plenitud esas sonrisas que, de momento, tan solo se intuyen bajo las mascarillas. Nosotros nos enfrentamos a él felices por lo que hemos logrado este año, con un montón de planes en cartera, y ansiosos por seguir impulsando esta maravillosa #FamiliaAllegro que hemos construido entre todos.
¡QUÉ 2022 NOS TRAIGA MUCHOS NUEVOS PROYECTOS ILUSIONANTES Y MUCHA MÚSICA, Y QUE SIGAMOS COMPARTIÉNDOLA CON LA MISMA PASIÓN!
#FamiliaAllegro #QueNoPareLaMusica #FelizAñoNuevo